Loriguilla celebra la exaltación de Lucía Sáez como Fallera Mayor 2018 en un novedoso acto

El Teatro Municipal de Loriguilla se vistió de gala el pasado sábado para acoger la exaltación de la Fallera Mayor 2018, Lucía Sáez Alonso, y la presentación de su Corte de Honor, en un acto que contó con un público entregado. La máxima representante de la Falla de Loriguilla comparte reinado con su hermano y nuevo presidente, Roberto Sáez Alonso.

A las seis de la tarde, con una incipiente lluvia, la comisión formada por más de trescientos falleros, se concentró en la plaza Mayor para iniciar el tradicional pasacalle amenizado por la Sociedad Musical San Juan Bautista. Primero recogieron a Leyre Valero y David Soria, fallera mayor y presidente salientes, y después a los nuevos representantes de la fiesta. A continuación, se encaminaron hacia un teatro repleto de asistentes. Los falleros y falleras se encargaron de que todo estuviera perfectamente dispuesto para que el acto fuera inolvidable y emotivo.

Ya sobre el escenario, Leyre y David recibieron a Lucía y a su Corte de Honor y a continuación, ambas falleras intercambiaron sus bandas. Después se entregaron los regalos y cerró el acto el grupo de baile regional creado recientemente en la falla. Esta fue una de las novedades de la exaltación, así como, la imposición de una insignia de plata conmemorativa a las falleras que cuentan con 25 años o más en la falla.

En el turno de los discursos, la primera en hablar fue su presidenta, Pilar Torralba, quién deseó unas inmejorables fiestas y agradeció «la inestimable ayuda recibida por parte del Ayuntamiento de Loriguilla», tanto en el plano económico como personal, así como «el importante apoyo de los colaboradores y de los vecinos». 

Después tomó la palabra el alcalde que minutos antes había impuesto a la fallera mayor la insignia institucional y entregado un ramo de flores. La felicitó y deseó que su reinado «sea hermoso e inolvidable» y que, junto a su hermano, «disfrute y se emocione de cada uno de los momentos de esta apasionante fiesta».  Y también que, cuando las fallas acaben, se sienta satisfecha «por la experiencia vivida y por haber representado con orgullo» a Loriguilla.

El alcalde recordó que este año se cumple el 50 aniversario del traslado del municipio, por lo que invitó a los presentes a «mantener vivas» las raíces y la historia que «define nuestra identidad a lo largo del tiempo». Con el propósito institucional de alcanzar un mayor grado de proximidad, señaló que las fallas, como parte de esa historia, también sirven para «unirnos y estrechar lazos» porque «son ejemplo de sacrificio, generosidad y entrega desinteresada». Por eso, manifestó, el ayuntamiento «siempre estará a vuestra disposición, para ayudaros y contribuir a hacer cada día más grande esta fiesta».

La noche finalizó con la tradicional cena de toda la comisión y sus familiares en la Casa de la Cultura que incluyó baile al ritmo de Andy y Festi-val.

 

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